Asia y Latinoamérica: un puente de guerra

En Colombia, los terribles sucesos de la guerra nos otorgan mucho coraje en contra de los guerrilleros, dejando a un lado, en ocasiones, el papel de los paramilitares. Olvidamos que nuestro tejido social fue herido por la participación del Estado mismo y por terroristas hambrientos de poder. Por ello, cuesta comprender en qué medida un grupo armado es más bueno que el otro, porque evidentemente ambos destruyeron el país y son indefendibles. Por otra parte, se cuenta con favoritismo social y también político; algunos de estos son vistos como héroes en la ciudad; empero, ¿Qué pensará el campo sobre ellos? Igualmente, ¿Valdrá la pena justificar uno de estos grupos más que otros? Mejor expongamos algunos de los escenarios sociales que no conocemos de Colombia y cómo afectó esta situación armada a la educación. 

En Pakistán, existe una heroína que quieren matar. Como todo, en todos los sucesos políticos: quien luche por los derechos humanos merece morir inhumanamente y pronto, para no poner en riesgo la estructura mortífera y mentirosa. Malala, con tan solo 10 años de edad, presenció actos inhumanos en escuelas y lugares de aprendizaje. ¿Creyeron que la guerra entre grupos armados es solo un conflicto Latinoaméricano? Seguramente ellos tampoco saben de nosotros, ni de nuestras penas, ni de nuestros muertos. 


Nota. Malala Yousafzai. Fuente: Apple TV. 

En más de ochocientos casos la escuela y su comunidad fueron víctimas de explosiones, ataques, control de los actores armados o pernoctación de agentes estatales, guerrillas o paramilitares, entre otras afectaciones que pusieron en riesgo la vida, integridad y derecho a la educación de las niñas, niños y adolescentes. La protección de estos derechos no fue tenida en cuenta por los grupos en confrontación, por ello no hubo reparo en dañar las infraestructuras, interrumpir el ciclo escolar y poner en riesgo la vida de estudiantes, maestros y demás integrantes de la comunidad. (Comisión para el esclarecimiento de la verdad y la no repetición, 2022, p.100).

La cita anterior no describe la situación en Pakistán, la cita anterior describe la situación en Colombia sobre los riesgos del conflicto armado afectando a los niños y a la educación. Sobre esto último,¿Alguno vio noticia sobre esto en años pasados? Desde luego que no, porque los lugares donde suceden estas cosas tienen por carretera una trocha y por escuela, un predio que se inunda cada vez que llueve. Ahora sí, una cita sobre Pakistán:

Pero las cosas cambiaron. Cuando tenía diez años, Swat, que era un precioso lugar turístico, se convirtió de repente en un nido de terrorismo. Más de 400 escuelas fueron destruidas. Se prohibió que las niñas fueran a la escuela. Las mujeres recibían palizas. Se mataba a personas inocentes. Todos sufríamos. Y nuestros sueños maravillosos se convirtieron en pesadillas. (Yousafzai, 2014, p.2).

Pueden abordarse múltiples formas de violencia hacia la población infante, aunque aquí se precisa en la educación como escenario de batallas. ¿Será una escuela más peligrosa que un mísil? ¿Será la educación más peligrosa que una molotov? ¿Por qué las escuelas y no otro espacio? Pensar que todo sucede al azar es inocencia, pero también sería poético que estos sucesos hayan tenido por lugar una escuela. Cualquiera que fuese su intención, afectó traumáticamente a los estudiantes y las vidas de los profesores que también fueron amenazadas. De hecho, siguiendo el informe de la comisión de la verdad (2022), las escuelas debían capacitarse para saber cómo actuar frente a estas situaciones. 

Estos grupos armados, además de invadir espacios, invaden las ideas de los niños. Y es evidente, que las diferencias entre estos grupos asiáticos y los cercanos, es casi que imperceptible. Ninguna ideología política justifica la privación de derechos de nadie: ni de educación, ni de libertad religiosa, ni de ningún tipo. De ahí surge una cuestión: ¿La libertad de estos hombres empieza donde la libertad de nosotros termina? A cerca de esto, Kant manifestó hace mucho años:

"Para esta ilustración no se requiere más que una cosa, libertad; y la más inocente entre todas las que llevan ese nombre, a saber: libertad de hacer uso público de su razón íntegramente." (Kant, 2000, p.249)

Retomando el conflicto Pakistaní y la identificación de la violencia de grupos armados en espacios académicos y pedagógicos, el contexto en el que Malala decide levantar su voz y exigir derechos, es uno de los favoritos en América Latina y el mundo: el feminista. 

Malala, junto a otras de sus compañeras de escuela (y todas las niñas de Pakistán), tenían absolutamente prohibido asistir a la escuela por orden de los talibanes. Solamente los niños varones podían asistir a la escuela. Entonces, ¿La situación de Colombia es menos peor? La respuesta es un gigante NO. Al respecto: "Obligaron a las niñas y adolescentes a sostener relaciones de pareja con miembros del grupo armado, violentaron sexualmente a niñas y niños, y los reclutaron" (Comisión para el esclarecimiento de la verdad y la no repetición, 2022, p.116). Esta última afirmación, expone la brutalidad ejercida hacia las niñas y adolescentes Colombianas, vulneradas y abusadas por el conflicto armado colombiano. Donde, sumando todas las violencias ejercidas por estos grupos armados, la dignidad humana no aparece en el resultado de la ecuación y entre sus quehaceres violentos, ayudar a la población tampoco.

La problemática expuesta en Pakistán, siguiendo la historia de Yousafzai, rompió todas las reglas impuestas por el regimen talibán y sufrió un atentado que milagrosamente no acabó con su vida; en Colombia, a quiénes deciden levantar la voz en defensa, les sucede lo mismo: atentan contra sus vidas. Este es otro ángulo que se ajusta a las vigas de este puente que nos comunica con oriente.

Finalmente, toda estructura política -entendida desde la persecución de un fin sin importar los medios-, requiere todo el automatismo o pasividad en el actuar y en estos casos, no cabe razonar sino que hay que obedecer (Kant, 2000)

Entonces cuando la educación, representa un peligro como lo fue para Malala y nuestros niños colombianos, donde las ideas son más peligrosas que cualquier arma y todo regimen "político" se amenaza por la razón, las bombas y metrallas arremeten contra el conocimiento y la dignidad que trae la educación. A ninguna ideología radical le sirven las mentes sabias. 

Porque ocurre que cuando la Naturaleza ha logrado desarrollar, bajo esta dura cáscara, esa semilla que cuida con máxima ternura, a saber, la inclinación y oficio del libre pensar, el hecho repercute poco a poco en el sentir del pueblo (con lo cual éste se va haciendo cada vez más capaz de la libertad de obrar) y hasta en los principios del Gobierno, que encuentra ya compatible dar al hombre, que es algo más que una máquina, un trato digno de él. (Kant, 2000,p.6)


Bibliografía:

- Kant, E. (2000). Filosofía de la Historia. Fondo de Cultura Económica.

- Aguero, J. (2017). El mundo de Malala: Una historia vivida en un contexto coyuntural heredero de la Guerra Fría. Revista de la Escuela de Estudios Generales, vol7, pp.1-31

- Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición. (2022). No es un mal menor. Niñas, niños y adolescentes en el conflicto armado. https://www.comisiondelaverdad.co/no-es-un-mal-menor  

 

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