Las heroínas ocultas

La importancia de estudiar la historia colombiana, además de enseñar y mostrar los procesos políticos que el país ha experimentado, también presenta los cambios sociales que provocaron sufrimiento a la sociedad colombiana. Por ello, las palabras de la Pola fueron intencionales: "Ved, que aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más" (Cardona y Jaimes, 2020, p.38). Nada es fortuito en la reconstrucción histórica, estos procesos nos develan formas de interacción social; nada de lo construido, o por lo menos en nuestra época, fue sobre territorio nuevo.
Policarpa.

La historia independentista de Colombia - o lo que nos han contado - ha omitido muchos personajes importantes y para que algo sea bien contado - y cierto, además - no puede suceder esto. ¿Qué ha pasado, entonces, con el resto de la historia? ¿Cómo se ha enseñado en los salones de clase? ¿Por qué eliminar algunos pensadores, representantes o personajes?

Para comprender mejor, imaginemos, por ejemplo, la sociedad judía omitiendo la segunda guerra mundial de su historia social y también el holocausto... O, esa misma sociedad hablando de la segunda guerra mundial pero, sin precisar en la participación de un personaje fundamental llamado Hitler - o el fascismo encarnado - sino estudiando los hechos como esperando que todo haya sido una mera pesadilla, sin su causante. De esa misma forma, no pueden eliminarse factores importantes que determinan el fenómeno que se estudia, ¿Algún matemático obvia el proceso atendiendo solo al resultado? 



Parece que muchas partes de la historia universal han sido enseñadas de esa forma; miles de generaciones habitaron las aulas de clase donde poco comprendieron los efectos de la liberación de las prácticas colonialistas e imperialistas y tampoco vieron, como necesidad, comprender por qué se protagonizaron más unos personajes que otros. De modo que, algunas fechas como el 20 de Julio, al ser una fecha que conmemora el proceso de independencia en la sociedad Colombiana, también debe incluir a las protagonistas de la historia y hablar de ellas. 

Mucho se construyó sobre los hombros de las luchadoras de la independencia (en Francia, en Inglaterra, en Latinoamérica, etc) pero, se habla muy poco de esto; el foco siempre se acomodó para darle más luz a los luchadores. Y quizás nunca fue su culpa, porque Nariño declamó el amor por su esposa, siendo muy fiel a su época:

"¡Bendito sea para siempre aquel que dio al hombre una compañera, y que puso en ella el encanto irresistible que templa a un mismo tiempo nuestro carácter y nuestras desgracias!" (Cardona y Jaimes, 2020, p.31).

Seguramente, su época ocultaba con mayor fuerzas las ideas femeninas; por eso es importante ser parte de la reconstrucción de la sociedad: para conocer la historia, identificar fenómenos y evitar que como un viejo fantasma, algunas problemáticas sociales, vuelvan a manifestarse y evocar espíritus malvados.

Al realizar esta breve reconstrucción histórica, se recurrió, en su mayoría, a escritos producidos por varones; muchas de estas heroínas, fueron descritas como esposas de los representantes o las cuidadoras de la época - Manuela Sáenz, por ejemplo fue reconocida por ser "la libertadora del libertador" - y fueron muy pocas las que lograron ser estudiadas de manera desvinculada a sus relaciones maritales, su belleza física y sus roles cuidadores. 

Manuela Sáenz

Policarpa es una de las figuras más representativas de la resistencia, la cual ha sido descrita y relatada como una prócer fuerte y arriesgada que, además de ser partidaria de Antonio Nariño, fue una pieza clave en "las acciones de resistencia contra la reconquista española, mientras las guerrillas de Oiba, Charalá o Zapatoca, seguían dando pelea" (Cardona y Jaimes, 2020, p.37). De modo que, la Pola promovió el sentido de la libertad en la lucha independentista, fue también espía para el ejército libertador y normalmente realizaba compras de materiales de guerra para la causa. Entre sus últimas palabras, cuando fue descubierta, mencionó: "¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad!" 


Antiguo billete de $10 pesos colombianos.

En ese mismo escenario histórico, Las Juanas de la independencia tuvieron presencia en diferentes regiones de Colombia; principalmente, durante la resistencia en contra de la reconquista que la corona española quiso hacer, luego de que los colombianos iniciaran el proceso de independencia en 1810, provocado en años anteriores por Manuela Beltrán y la revolución comunera en 1781. Recapitulemos otra célebre pionera de la libertad: Manuela Beltrán, Santandereana y cigarrera - según afirman - quien lideró la revolución en contra del alza de los impuestos por la corona española y comandó la revolución comunera junto a Galán. Ella afirmó: "¡Viva el Rey y muera el mal gobierno!" (Cardona y Jaimes, 2020, p.37).

Manuela Beltrán.

Luego del florero de llorente, en 1818, una mujer lidera el ejército libertador. Ella es Juana Béjar, la primera mujer sargento de las tropas del ejército de independencia en los Llanos Orientales. De hecho, luego de que Bolívar instalara el congreso de Angostura enfocado en una democracia naciente en 1819, conllevó a que muchas mujeres quisieran ser parte de la lucha independentista. No obstante, el 11 de Junio de 1819 - el mismo año -, el coronel Antonio Morales expidió una orden que limitaba la participación de las mujeres y aseveraba un castigo ejemplar para quienes participaran; desde luego, no atendieron esta orden y las mujeres que se enlistaron en los grupos militares, fueron llamadas "Las Juanas", haciendo referencia a la sargento. Pero de ellas poco se habla. 


Juana Béjar

"Cumplido su deber, desaparecieron ante el muro de los fusilamientos o volvieron silenciosamente al mundo campesino de donde habían salido" (Cardona y Jaimes, 2020, p.37).

Juana Escobar, una defensora de prisioneros, también fue asesinada junto a 37 llaneros que murieron atravesados a lanzazos. Junto a ella, Teresa Izquierdo, Evangelina Díaz, Juana Ramírez y Fidelia Ramos, fueron sacrificadas en Zapatoca. Cardona y Jaimes (2020) afirman: 

"No son solo nombres: en cada uno de los pueblos de Colombia donde fueron ajusticiadas hay quienes guardan la memoria de sus vidas" (p.45)

Por otra parte, Antonia Santos, fue fundadora de la guerrilla de coromoro y financiadora de los patriotas. Cuando fue fusilada, no negó los cargos que se le imputaron y se amarró la falda con pañuelos para evitar que se le cayera cuando la asesinaran. La muerte de esta importante mujer, exacerbó la provincia y permitió que Santander enviara a Antonio Morales para cerrar el paso a los españoles. Si esto no hubiese sucedido, el coronel español Luis González habría informado a la corona española sobre lo que estaba pasando. Sin embargo, las revueltas continuaron y esto favoreció que el ejército libertador continuara desplazándose por el río Sogamoso. Todo por Antonia.


Antonia Santos.

Otra joven llamada Estefanía Parra, oriunda de Paipa, se movía entre el ejército español con la excusa de "vender" víveres pero realmente fue una pieza clave como guía del ejército libertador para el 7 de Agosto. Ella fue quien indicó que el general español Barreiro, pretendía desplazarse por el páramo de Combita para subir a Santa Fé y lograr reunirse con refuerzos españoles; aunque Barreiro no lo consiguió, puesto que Estefanía logró comunicarse primeramente con los libertadores sobre la presencia de las tropas españolas en el puente de Boyacá. Lo demás ya es historia patria.

Puente de Boyacá. 

"Al momento de extender reconocimientos, los oficiales fueron designados para diversas misiones de Estado y Estefanía recibió una moneda de plata de manos del coronel Juan José Rondón" (Cardona y Jaimes, 2020, p.49).

Fingamos sorpresa. 

Justamente el poco reconocimiento de Estefanía y las demás independentistas, se materializa a la hora de recurrir a fuentes bibliográficas sobre la independencia y descrubrir que poco o rara vez se les nombra. El desarrollo histórico siempre estuvo enfocado en el desarrollo de los militares como Antonio Morales, que prohibían la participación de las mujeres, sin preguntárseles primeramente.

Luego de conseguir la indepedencia, cerca a 1853, se estructura la "constitución liberal" de 1853 donde, las mujeres volvieron a quedarse por fuera; sin independencia, sin derechos. Como si la lucha solamente hubiese sido liderada por varones. Justamente, el penoso cronista liberal Emiro Kastos afirmó: "La vida pública no es su elemento. Quédense, pues, en casa, calmando con sus dulces sonrisas y sus cuidados afectuosos a los desengaños y sinsabores que llevamos de la calle" (Cardona y Jaimes, 2020, p.92).


A pesar de esto, como fenómeno de estudio, otras cuestiones sociales también se evidenciaron durante la post-independencia tales como la esclavitud, los movimientos obreros, el derecho al voto, entre otros. Y de la misma forma como urge abordar qué sucedió después de esto, otras mujeres también protagonizaron otros tantos sucesos; pero eso será para otra reflexión...


Referencias: 

- Cardona, J. y Jaimes, J. (2020). Pioneras de la libertad. Penguin random house. 







Comentarios

  1. Excelente articulo!! Muy bien desarrollado.. Felicitaciones

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