El éxito del amor oculto
Cuestionar el valor interior-propio no es para nada extraño porque todos lo hacemos, tratando de "ser mejores". La población sueña con ser exitosa en todas sus áreas -espero que incluyan el amor-. A diario nos bombardean por redes sociales –que es nuestro vicio comunicativo- estimulándonos a ser mejores cada vez. Qué ansiedad. Pero, sobre el amor, siempre se imponen barreras y rediseñan una y otra vez este concepto. La liberalidad de la época parece afectar este concepto.
Sin embargo, puede pensarse que tiene mucho que ver con el miedo de dejar de ser exitosos y mostrar fragilidad en esta área, entonces, se han decidido por ocultar esta parte de sus vidas.
Este éxito completo y sin descanso, que parece que nunca lo alcanzaremos, desbarata un escenario donde se supone, solo debe haber tranquilidad y no mera condicionalidad entre los implicados que quieren construir "amor". Los dos parecen enemigos de guerra.
El amor no necesita de un éxito personal o profesional para ser, no es como
todo lo que hoy en día nos cuelan por los ojos; el amor ya es un éxito en sí
mismo, que requiere participación y dedicación, no lo contrario a ello. La elección
de la privacidad ante el amor, pero la masiva publicidad de nuestros otros
logros, ¿No nos hace acaso más frívolos? ¿Qué rayos nos pasa? Me pregunto: ¿En
realidad decidimos libremente presumir otros logros en vez de mostrar cuando mi
madre me prepara un café o mi pareja me envía un ramo de rosas? Parece que el
éxito abarca todo menos el amor.
O bueno, no sé si hayan exitosos que evitando su meta más importante, lograron
alcanzarla… El amor es la verdadera realización del ser.
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